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Bulgaria y Rumanía se suman a Schengen

Desde el pasado 31 de marzo, y tal y cómo se acordó el pasado 30 de diciembre, Rumanía y Bulgaria ya forman parte del espacio Schengen, sumándose así a los 27 países europeos que conforman este espacio de libre circulación -23 estados miembros de la UE y 4 países no comunitarios (Suiza, Noruega, Islandia y Liechenstein).

Será, sin embargo, una incorporación gradual, aplicándose primero a las fronteras aéreas y marítimas, y dejando la decisión sobre las fronteras terrestres para más adelante. Esto significa que los viajeros de otros países del Espacio Schengen que lleguen a Rumanía y Bulgaria por aire o por mar no deberán pasar por el control de pasaporte en su llegada, pero los que accedan por vía terrestre sí que tendrán, de momento, que mostrar un documento de identidad al llegar a dichos países. 

¿Por qué no habían sido parte de Schengen previamente?

Ambos países llevan siendo miembros de la UE desde 2007 y llevaban años cumpliendo los requisitos para entrar en Schengen. En junio de 2011, tras haberse concluido que Bulgaria y Rumanía habían superado con éxito el proceso de evaluación y que reunían los requisitos técnicos de acceso, el Parlamento Europeo aprobó sus candidaturas para adherirse al Espacio Schengen.

No obstante, tres meses más tarde, la solicitud fue rechazada por el Consejo de Ministros, debido a la oposición de los gobiernos de Finlandia y Países Bajos, que consideraban deficientes sus medidas contra la corrupción y contra el crimen organizado, y con la preocupación de que adherir a Bulgaria y Rumanía en la zona Schengen supusiera un aumento del flujo de migración irregular.

En un principio, el plan era que para marzo de 2012 Bulgaria y Rumanía ya estuvieran incorporados al Espacio Schengen, pero la oposición de algunos países del occidente europeo, especialmente Finlandia, Países Bajos y Alemania, no lo hizo posible. “Estaremos preparados para Schengen cuando vosotros lo estéis”, declaraba en 2014 Radu Stroe, ministro del Interior de Rumanía en ese momento, dirigiéndose al resto de ministros de la UE. 

Un lento camino a Schengen

Antes de ser miembros del Espacio Schengen como tal, en 2018 Rumanía y Bulgaria consiguieron acceso total al Schengen Information System (SIS), una base de datos de la Comisión Europea que recopila información acerca de individuos y entidades por razones de seguridad y control de fronteras.

En marzo de 2022, el eurodiputado rumano Eugen Tomac redactó una pregunta parlamentaria solicitando saber qué obstáculos seguían interponiéndose al acceso de Rumanía a Schengen y qué más medidas administrativas y políticas debían tomarse para culminar este proceso, teniendo en cuenta que ya hacía más de 10 años desde que se había acordado que el país cumplía los requisitos de acceso.

A finales de ese mismo año, tuvo lugar un segundo intento de que Rumanía y Bulgaria accedieran a Schengen, impedido por la oposición de Austria y Países Bajos, considerando que estos países eran una ruta de tránsito para la mayoría de inmigrantes irregulares. El ministro del Interior austríaco, Gerhard Karner, aseguraba que más de 100.000 inmigrantes ilegales habían llegado a Austria ese año y tildaba la situación migratoria en Europa de “catastrófica”, expresando su negativa de expandir un sistema que, a su parecer, no funcionaba. La comisaria europea del Interior, Ylva Johansson, expresó su descontento por el veto a la entrada de Rumanía y Bulgaria en Schengen, alegando que “los ciudadanos de Bulgaria y Rumania merecen formar parte plenamente del Espacio Schengen”.

El fin del veto de Austria posibilita la entrada en Schengen

Finalmente, el pasado 23 de diciembre, tras unas intensas negociaciones, los tres países llegaron a un acuerdo para que Austria levantara su veto, prometiendo establecer medidas para reforzar la frontera exterior de la UE. Así, tras años desde la entrada de Bulgaria y Rumanía en la UE, los 27 países han aprobado unánimemente su adhesión al espacio Schengen.

Ursula von der Leyen celebró la decisión, felicitando a ambos países por su esfuerzo y compromiso a lo largo de los últimos años para llegar a este acuerdo, y afirmando que esto supone un gran paso no solo para Bulgaria y Rumanía sino para toda la zona Schengen y todos los ciudadanos de la Unión Europea.

Como se ha mencionado anteriormente, en marzo se levantarán las fronteras aéreas y marítimas, mientras que la fecha para las fronteras terrestres todavía no está concretada, aunque Bulgaria, Rumanía y Austria se han comprometido a establecer una fecha a lo largo de este 2024. Con esto, el Espacio Schengen suma dos miembros más, fortaleciendo así el que se considera como uno de los mayores logros del proyecto europeo. 

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