Por tanto, y con el objetivo de mantener una relación a largo plazo, se enseñan idiomas, se realizan intercambios de estudiantes e investigadores, se exportan productos culturales —como películas y canciones— y se organizan eventos con enfoque cultural —ya sean exhibiciones o conciertos—. El término Diplomacia Cultural suele emplearse de forma intercambiable con relaciones culturales internacionales o acción exterior cultural.
La justificación legal de la Diplomacia Cultural de la Unión Europea resulta problemática, ya que se basa en la combinación de la cultura y la política exterior. Aunque la diversidad cultural como fundamento de la identidad europea fue mencionada por primera vez en la Declaración de Copenhague, pasaron dos décadas hasta que el Tratado de Maastricht reconoció la competencia de la UE en materia de cultura, pero únicamente complementaria. Esto se debe a la reticencia de los gobiernos que conciben la cultura como la principal herramienta de construcción de la identidad del Estado-nación.
De modo similar, la acción exterior tiene sus precedentes en la Cooperación Política Europea, establecida en 1970, y fue consagrada como el segundo pilar de Maastricht. Sin embargo, actualmente no se encuentra definida ni como competencia compartida, ni como competencia de apoyo.
Imagen 1. Relación entre Diplomacia Cultural, Diplomacia Pública y Poder Blando (Fuente: elaboración propia)
Me parece una síntesis muy precisa del tema de la Diplomacia Cultural de la Unión Europea.
Sería muy interesante que la autora, o alguien del equipo Europa, argumentara algún solución posible a la débil coordinación, a la pérdida de entusiasmo por la salida de Mogherini y a los efectos sobre esta política concreta de la UE causados por la pandemia de la Covid-19 y por la guerra de Ucrania.
Gracias