En marzo de 2024, el Parlamento Europeo aprobó una ley histórica que contó con un significativo respaldo de 464 votos a favor: la Ley de Libertad de los Medios de Comunicación. Esta nueva normativa de la Unión Europea impone a los Estados Miembros la obligación de proteger tanto a los medios de comunicación como a los periodistas, a la vez que exige a los medios de comunicación ser transparentes sobre su propiedad, financiación y publicidad. Para asegurar el cumplimiento de estas disposiciones, se creó el Consejo Europeo de Servicios de Medios de Comunicación, encargado de controlar el cumplimiento de la ley.
¿Cuál ha sido el camino para llegar a esta ley?
Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial en las democracias, pues son necesarios para que los ciudadanos formen sus opiniones y tomen decisiones. Por este motivo, la Unión ha mostrado un creciente interés en regular este ámbito. En el año 2020, el primer informe anual sobre la situación del Estado de Derecho de la UE reveló problemas relacionados con la eficacia y la adecuación de los recursos, así como la presencia de riesgos de politización por parte de las autoridades de los Estados Miembros. Durante ese mismo año, se trazó el Plan de Acción para la Democracia Europea que se propuso luchar contra la desinformación para reforzar las democracias de los países comunitarios.
La idea de mejorar los medios de comunicación fue reafirmada durante el 2021. En el Discurso sobre el Estado de la Unión pues Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea afirmó que la información es un bien público que debe ser tratada de manera especial, protegiendo su independencia. Además, la Conferencia sobre el Futuro de Europa identificó a la desinformación y a la pluralidad de medios como cuestiones principales a abordar.
El origen de esta ley se remonta a septiembre de 2022, cuando la Comisión propuso la creación de un Reglamento destinado a hacer frente a una serie de problemas que afectan a los medios de comunicación. Estos problemas incluyen injerencias políticas en las editoriales, la falta de transparencia en la propiedad de los medios, la ausencia de protección para los periodistas que no quieren revelar sus fuentes, el uso de programas espías, la concentración de los medios y la protección de los contenidos. Al año siguiente, en septiembre, la Comisión de Cultura y Educación aprobó un informe en donde estableció que el Comité Europeo de Servicios de Medios de Comunicación adoptaría personalidad jurídica y tendría su propio presupuesto y secretaría, así como la capacidad de emitir dictámenes, entre otras medidas.Finalmente, esta ley fue publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 11 de abril de 2024, y al tratarse de un reglamento, no necesita transposición en legislación estatal por lo que ya ha entrado en vigor en todos los Estados Miembros de la Unión.
¿Qué intenta prevenir esta ley?
La Ley de Libertad de los Medios de Comunicación nace con la intención de proteger el pluralismo y la independencia periodística, alejando a los medios de posibles presiones. La protección hacia la independencia editorial, la prohibición de que los periodistas revelen la procedencia de sus informaciones o el aumento de la transparencia respecto a los accionistas de los medios son algunos de los fines que propone esta nueva legislación.
En los últimos años, la sociedad ha sido testigo del preocupante aumento de las fake news o noticias falsas, provocando una gran oleada de bulos y manipulaciones informativas en diversos ámbitos, desde conflictos como la guerra de Rusia en Ucrania, hasta la pandemia del COVID-19. Nos encontramos en un mundo digital que, si bien ofrece numerosas ventajas, también presenta desafíos, como la posibilidad de que cualquier individuo pueda publicar una noticia contenga o no información veraz. Poco a poco, se están implementando medidas para abordar esta problemática. Por ejemplo, plataformas como WhatsApp han limitado el número de mensajes reenviados, mientras que la red social “X” ha creado las notas de comunidad que pretenden contrastar la información que recoge un tweet. Asimismo, se ha introducido la certificación JTI (Journalism Trust Initiative), la cual tendrán las plataformas si cumplen con los estándares establecidos por la Unión. Por otro lado, es crucial conocer a los accionistas y propietarios de los medio de comunicación, ya que esto proporciona a los lectores, es decir, los ciudadanos, una comprensión más clara de los posibles sesgos y agendas que puedan influir en la información que consuman debido a que estos factores impactan fuertemente en la sociedad.
El compromiso de la Unión Europea
La Unión ha demostrado un compromiso sólido con los medios de comunicación, no solo mediante la creación de esta ley, sino también a través de ayuda económica. Concretamente, la UE destina 900.000 euros a los consejos de prensa para fortalecer su posición en su entorno, asigna 2 millones en subvenciones para fomentar la innovación de los medios locales y regionales, y destina 3,1 millones de euros a un mecanismo de respuesta rápida para proteger a los periodistas amenazados, entre otros tipos de ayudas.
Ursula Von der Leyen ha señalado que el propósito de esta legislación es facilitar a los ciudadanos la libre elección del espacio donde puedan expresarse libremente, con el fin último de fortalecer las democracias europeas.