El pasado 7 de junio la Comisión Europea lanzó el primer borrador de su nuevo enfoque acerca de la salud mental bajo el nombre de “Un enfoque integral de la salud mental”. A través de esta iniciativa, la Unión Europea iguala el cuidado de la salud mental con el de la salud física, reconociéndola así como una parte importante que afecta a todos los aspectos -laboral, familiar y, sobre todo, personal- de la vida cotidiana de las personas.
Los puntos de inflexión del empeoramiento de la salud mental en Europa
A raíz de la pandemia provocada por la COVID-19, la salud mental de personas de todo el mundo ha empeorado a niveles especialmente significativos. Sin embargo, los problemas relacionados con la salud mental ya existían entre los ciudadanos desde antes de la emergencia sanitaria: la crisis climática, el desempleo o el aumento del coste de vida son solo ejemplos de algunos de ellos. En el caso europeo, aproximadamente unas 84 millones de personas se vieron afectadas por algún problema de salud mental como la ansiedad o la depresión. Ya en 2015, cerca de 84.000 personas murieron como consecuencia de una pobre salud mental.
Ahora, la guerra de Ucrania se ha convertido en un nuevo factor clave que ha degradado los niveles de salud mental en Europa. Por ello, la Unión Europea ha vuelto a destacar la importancia del debate sobre la situación de la salud mental y las facilidades de los Estados miembros para acceder a su cuidado. Ya en septiembre del año pasado Ursula von der Leyen lo expresó en su discurso sobre el estado de la Unión:
“… Y en la carta de intenciones que he enviado hoy a la presidenta Metsola y al primer ministro Fiala he esbozado una serie de propuestas para el próximo año que se derivan de las conclusiones de la Conferencia.
Incluyen, por ejemplo, una nueva iniciativa sobre salud mental:
Debemos cuidar mejor los unos de los otros. Y para las muchas personas que se sienten ansiosas y perdidas, un apoyo adecuado, accesible y asequible puede marcar la diferencia.”
Pero… ¿en qué consiste exactamente este nuevo enfoque?
Mediante este enfoque que contiene oportunidades de financiación por un valor de 1.230 millones de euros, la Unión Europea tiene como objetivo aprovechar el paradigma mediático, tecnológico, social y ambiental en el que nos encontramos y estudiar no solo de qué manera afecta a las personas reconociendo los factores de riesgo, sino también cómo promover una buena salud mental y combatir, mitigar o prevenir los problemas relacionados con la misma.
Para ello, la acción de la Unión se basa en políticas ya existentes y se centrará esencialmente en:
- Una prevención que sea oportuna, adaptada y eficaz.
- El acceso a una atención médica y tratamiento mental de alta calidad y accesibles para todo el mundo.
- La reintegración en la sociedad después de la rehabilitación y recuperación.
Objetivos de este enfoque para un futuro próximo
Con esta nueva iniciativa, lo que la Unión pretende conseguir para los próximos dos años es, entre otros:
- Proporcionar apoyo específico a los grupos más vulnerables como refugiados afectados por la guerra o ancianos.
- Proteger a los niños y adolescentes durante sus años formativos y cubrir la falta de recursos para atender su salud mental. Por ejemplo, alrededor de la mitad de los jóvenes europeos declararon necesidades insatisfechas de atención de salud mental en 2021 y de 2022, de acuerdo con el informe Health at a Glance: Europe 2022.
- Garantizar una buena salud mental en el ambiente laboral a través de campañas de concienciación y sensibilización por toda la Unión Europea.
- Promover una buena salud mental mediante la detección temprana y la prevención.
En definitiva, invertir en la creación de nuevas habilidades y oportunidades que refuercen la salud mental dentro de todo el marco político y faciliten el acceso a su tratamiento y atención a todos los ciudadanos dentro de la Unión.