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¿Quién será el próximo presidente de la Comisión Europea?

Este próximo junio nuestro voto será decisivo para el futuro del viejo continente durante los próximos cinco años y la carrera por ser el próximo presidente o presidenta de la Comisión Europea parece haber empezado. ¿Quién será el próximo presidente o presidenta de la Comisión Europea? ¿Qué posibles candidatos hay en este momento encima de la mesa?  ¿A qué grupos políticos y qué ideas representan?

La Presidencia de la Comisión Europea y sus implicaciones

En el entramado de la Unión Europea pocos roles son tan importantes como el de la Presidencia de la Comisión, un cargo dentro del órgano ejecutivo de la UE, fundamental para el funcionamiento y dirección de esta compleja entidad política. Pero, ¿qué implica realmente ser el líder de la Comisión Europea? 


El Presidente de la Comisión Europea es el rostro público de la UE en diversas instancias, desde las negociaciones con otras instituciones de la UE hasta las interacciones con países y organizaciones internacionales (DW, 2024). Su papel es esencial para representar los intereses de la UE a nivel mundial. Así mismo, es una pieza fundamental en la toma de decisiones dado que tiene un peso considerable en la formulación de la agenda política de la UE trabajando estrechamente junto a los Comisarios en la concepción y elaboración de directivas y reglamentos (Mayo, 2024) que luego serán votados por el Parlamento y el Consejo Europeo (Lazarovici & Kakon, 2024).


Otro punto clave en cuanto a la presidencia radica en la capacidad del presidente o presidenta de asegurar que las políticas de la UE se implementen eficazmente en los Estados miembros, una labor compartida con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea que  implica supervisar el cumplimiento de las leyes de la UE y tomar medidas cuando sea necesario, incluida la imposición de sanciones si es preciso (Mayo, 2024). Además, la labor del Presidente de la Comisión es fundamental como puente entre las diversas instituciones europeas a la hora de alcanzar acuerdos políticos y legislativos que impulsen los objetivos de la UE (European Commission, 2024).

La competición por el puesto de Presidente de la Comisión

Antes de presentar a los diferentes candidatos a presidentes de la Comisión, es necesario recordar que el Parlamento Europeo  está compuesto en la actualidad por siete grupos políticos. Cada uno de ellos ha elegido a su candidato o candidata y ha emitido un manifiesto para luchar por el puesto de presidente de la Comisión Europea (Parlamento Europeo, 2024).

En primer lugar, la candidata a presidenta de la Comisión Europea por el Partido Popular Europeo (EPP) será Ursula Von der Leyen, actual presidenta que buscará revalidar su puesto tras las próximas elecciones de junio de este año (Feld, 2024). Aunque parezca paradójico, Von der Leyen se presenta por primera vez como candidata a Presidenta de la Comisión Europea, ya que en 2019 fue elegida presidenta saltándose el sistema de Spitzenkandidaten y arrebatándole el puesto al candidato del EPP, Manfred Weber, gracias a su apoyo por parte del Consejo Europeo que hizo que fuese propuesta como principal candidata (Wax, 2024). El EPP tiene muchas posibilidades de hacerse con la presidencia de la Comisión Europea según diversas encuestas que aseguran que seguirá siendo el primer grupo político después de las elecciones de junio (Politico, 2024).

El candidato del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) será Nicolas Schmit, actual Comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales. Schmit es un veterano en la política europea e incluso fue miembro de la Conferencia Intergubernamental que llevó a la firma del Tratado de Maastricht (Moens et al., 2024). Schmit, miembro del Partido Socialista Obrero Luxemburgués (PSOL) y del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), ha demostrado estar comprometido con la búsqueda de la igualdad y el bienestar social  (Debets, 2024). 

La candidatura por parte del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea para conquistar la presidencia de la Comisión Europea se concibe para estas elecciones como una carrera dual. De esta manera no solo han propuesto un candidato o candidata a presidente o presidenta de la Comisión, sino que han presentado a dos, Terry Reintke y Bas Eickhout (The Green, 2024). Reintke, actual copresidenta del Grupo Verdes/ALE en el Parlamento Europeo, destaca por su compromiso con la modernización climáticamente neutra de nuestra economía, la búsqueda de la justicia social y la aspiración a una Europa más democrática (The Green, 2024). Por otra parte, Bas Eickhout, científico ambiental, se presenta como un candidato fielmente convencido de la necesidad de realizar un cambio en los procesos de producción para poder evitar el desastre climático. Además de ser un reputado político en el ámbito europeo, Eickhout obtuvo en 2007 el Premio Nobel de la Paz como coautor del informe elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (The Green, 2024).

Por parte del Grupo político Renew Europe, todo parece indicar que estaremos ante una carrera a tres. Esta decisión de tratar de boicotear el sistema de Spitzenkandidaten viene siendo una constante desde que en 2019 se decidió presentar a siete candidatos, pero en esta ocasión este número se ha reducido a sólo tres (Liboreiro & Murray, 2024). Aunque la aspirante que cuenta con más apoyo es Valérie Hayer, eurodiputada perteneciente al partido liberal Renaissance, muy cercana a Emmanuel Macron (Bourgery & Hayer, 2024)  que ha sido elegida  en enero de este año como nueva presidenta de Renew Europe (Griera & Hayer, 2024). También se presentan en esta ocasión Sandro Gozi, secretario general del Partido Demócrata Europeo y Marie-Agnes Strack-Zimmermann, política alemana miembro del Partido Liberal Democrático (FDP) y  presidenta de la comisión de Defensa del Bundestag. 

Valérie Hayer, como miembro destacada de Renew, es una defensora de la integración europea y, mantiene la importancia de que la política europea propugne los valores de los derechos civiles y políticos del Estado de Derecho, además de defender una política migratoria restrictiva junto a un mercado europeo único y la instauración de una fuerza militar europea independiente (Renew Europe, 2024). A este grupo de tres candidatos curiosamente se les ha ocurrido la idea de presentarse ante sus electores bajo el nombre de “Equipo Europa” un nombre que nos resulta muy familiar.

El Grupo Político Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica presenta también su propio candidato para presidir la Comisión Europea, aunque, siendo realistas, es bastante probable que no logre conseguir este objetivo. El candidato del grupo de la izquierda es Walter Baier, político austriaco y presidente de la Izquierda Europea desde 2022 (Griera & Noyan, 2024). Proveniente de una familia comunista y con una estrecha vinculación con las víctimas del Holocausto, dado que su padre sobrevivió a Auschwitz, Baier es un defensor del pacifismo y de la lucha social y es escasamente conocido dentro de la estructura organizacional europea  (Von Kempis, 2024). Así mismo, debemos destacar que Baier no se presenta en ninguna lista y que por lo tanto, no busca ser eurodiputado en caso de no conseguir ser  elegido como presidente de la Comisión (Sanchez, 2024).

También debemos considerar la posición de la derecha, representada por el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y por el grupo Identidad y Democracia (ID) quienes, desde 2019, se han opuesto al proceso de Spitzenkandidaten (Jones, 2024). Aunque ninguno de los dos grupos ha presentado a un candidato de manera oficial, se podría entender que, en el supuesto caso de ganar las elecciones y tener capacidad para liderar la Comisión, los candidatos elegidos serían sus respectivos presidentes. Por parte del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, destacan los dos copresidentes Ryszard Antoni Legutko, prestigioso filósofo, actual eurodiputado y miembro del partido polaco Ley y Justicia y Nicola Procaccini, miembro del Parlamento Europeo perteneciente al partido Hermanos de Italia (European Conservatives and Reformists, 2024). En caso de que un miembro de este grupo consiguiera ser presidente de la Comisión Europea, trataría de enfatizar los valores conservadores y defendería la soberanía nacional (European Conservatives and Reformists, 2024). Aunque, en principio los dos copresidentes serían los posibles candidatos para ser elegidos como presidentes de la Comisión, ciertos indicios ponen de manifiesto que Legutko sería destituido y pasaría a segundo plano después de las elecciones del 9 de junio (Bogdanos, 2024). En cuanto al grupo Identidad y Democracia (ID), Marco Zanni, del Partido Liga de Italia, sería el potencial candidato a la presidencia de la Comisión. Zanni, con un marcado carácter radical y euroescéptico, pide una reforma de la UE y la vuelta a un reconocimiento de las identidades nacionales de los Estados miembros (ID Group, 2023).

El sistema de Spitzenkandidaten

Por lo tanto, ¿aseguraría  una victoria del EPP la presidencia de la Comisión a Ursula Von der Leyen? Si fuese tan sencillo, no sería la UE. 

Para que se pueda llevar a cabo el nombramiento del nuevo presidente o de la nueva presidenta de la Comisión después de las elecciones del 9 de junio y “teniendo en cuenta las elecciones al Parlamento Europeo y tras haber celebrado las consultas oportunas”, como establece el Tratado de Lisboa (BOE, 2007), los líderes de la UE deben elegir a un aspirante a la presidencia, que posteriormente tiene que ser refrendado por los eurodiputados en una votación por mayoría absoluta. Es decir, se deberá nombrar a un candidato por parte del Consejo Europeo por consenso o mayoría cualificada, teniendo en consideración los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo y, a continuación, esta elección deberá ser aprobada por mayoría absoluta por parte del Parlamento Europeo (Kotanidis, 2023, p.3). No debemos olvidar que en el año 2019, aunque el Spitzenkandidat de los populares europeos era Manfred Weber, fue Ursula Von der Leyen quien salió elegida por el Consejo Europeo, lo que demuestra que esta es una fase crucial del proceso de elección (Wax, 2024).  Una vez ha sido elegido o elegida por Consejo Europeo el candidato o candidata, deberá nominar a los veintisiete posibles comisarios, propuestos por los Estados miembros los cuales deberán ser apoyados por el Consejo Europeo (Mayo, 2024). Por otra parte, el Parlamento Europeo verificará las capacidades de los candidatos a comisarios. Finalmente se votará al colegio de comisarios propuesto y se incluirá así el voto a su presidente o presidenta tras duras y largas negociaciones (Gaillard, 2022).

La lucha por la presidencia de la Comisión Europea está disputada, pero siendo realistas pocos candidatos tienen una posibilidad real de llegar a ser presidente o presidenta de la Comisión dado el reparto del voto que se espera en las próximas elecciones. En este momento, quien cuenta con más oportunidades para convertirse en nueva presidenta de la Comisión Europea, según las encuestas (Politico, 2024), sería Ursula Von der Leyen, seguida por el candidato de los socialistas Nicolas Schmit. Pero cabe la posibilidad de que, como en el año 2019, podamos llevarnos una sorpresa y que el Consejo Europeo elija finalmente un candidato que no haya participado dentro del proceso de Spitzenkandidaten. Ciertas informaciones hablan ya de que países clave tanto para el agenda setting de la Unión Europea como para la elección de candidatos estarían  a la búsqueda de un sustituto para Von der Leyen. Tal sería el caso de Emmanuel Macron, quien, si bien impulsó la elección de Von der Leyen en 2019, según diversas informaciones, estaría ahora tratando de encontrar una nueva figura para relevarla. Entre otros nombres suena el de Mario Draghi, expresidente del BCE y exprimer ministro de Italia que contaría con el beneplácito de gran parte de los miembros del Consejo Europeo (Sanhermelando, 2024). 

A la espera de ver si tras las elecciones de junio el sistema nos sorprende como  en 2019 o se mantiene la dinámica del sistema del Spitzenkandidaten, no debemos olvidar que nuestra participación es decisiva para el futuro de Europa. ¡Votemos el próximo 9 de junio!

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