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Fondos y mecanismos de la Unión Europea en la gestión de las consecuencias tras la DANA en Valencia

TEXTO EJEMPLO
© Manuel Pérez García and Estefania Monerri Mínguez, 2024

El pasado 29 de octubre algunas zonas de España se vieron gravemente afectadas por la DANA, especialmente la zona litoral de Valencia. Este fenómeno ha dejado daños tanto materiales como, desafortunadamente, personales. La magnitud de la catástrofe ha llevado al Gobierno central a activar una serie de mecanismos de solidaridad europea para poder hacer frente a los retos que el proceso de reconstrucción y gestión post-DANA suponen para las zonas afectadas. Ante tal decisión, la Unión Europea se ha mostrado proactiva y desde el primer momento ha manifestado su solidaridad y voluntad de ayudar, como bien declaró la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen cuando anunció que «Europa está lista para ayudar». 

Hasta el momento, España ha hecho hincapié en dos vías por las cuales la UE puede ayudar: el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE) y los Mecanismos de Protección Civil de la Unión Europea (MPCU). No obstante, la UE no se ha limitado a ellos, brindando así una ayuda mucho más holística.

El Fondo de Solidaridad de la Unión Europea

El Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE) es un mecanismo para ayudar económicamente a Estados miembros, o a Estados cuya adhesión está en proceso de negociación, que hayan sufrido daños debido a una catástrofe natural o a una emergencia de salud pública grave, como es el caso de España. Este fondo no está previsto para ser utilizado como una respuesta rápida, sino más bien como un mecanismo complementario a las acciones del Estado solicitante durante el proceso de rehabilitación. En este sentido, el FSUE financia parte de la gestión minimizando así los gastos públicos del Estado.

España solicitó oficialmente el 5 de noviembre a la Comisión Europea el uso de dicho fondo, lo que inició el proceso de materialización de la ayuda. Afortunadamente, en febrero de este mismo año la UE decidió aumentar el presupuesto anual del FSUE a 1500 millones de euros. Pueden pasar varios meses desde que se formaliza la solicitud hasta que el Estado recibe el dinero, pero es posible pedir un anticipo del 25 % del presupuesto acordado. 

Mecanismos de Protección Civil de la Unión Europea 

Por otro lado, el Estado español también solicitó ayuda al Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECRE), quien seguidamente activó los Mecanismos de Protección Civil de la Unión Europea (MPCU). Al contrario que el FSUE, el MPCU, una vez aceptado, se ofrece inmediatamente en su totalidad y es obtenido de la Reserva Europea de Protección Civil. Esta reserva es aportada por los Estados miembros, y cuenta con la maquinaria necesaria para hacer frente a catástrofes naturales, como aviones para la extinción de incendios o máquinas especializadas. Además, el mecanismo también dispone de un equipo de expertos para ayudar a gestionar la situación. Más concretamente, España pidió a la UE 50 asistentes técnicos y 100 equipos de material de limpieza y tratamientos de residuos, como equipos de bombeo y vehículos barredores, los cuales han sido rápidamente movilizados por Francia y Portugal. 

Asimismo, el UCMP cuenta con el sistema Copernicus para ayudar a coordinar los equipos de rescate en España. Este sistema consta de un conjunto de satélites propios y servicios de información gratuitos y abiertos al público. Mediante imágenes por satélite y la utilización de sistemas de medición terrestres, aéreos y marítimos, el sistema Copernicus proporciona datos en tiempo prácticamente real. 

Otros mecanismos de ayuda 

El Gobierno Español no se ha limitado a la solicitud del FSUE y al UCPM; también ha recurrido a otros mecanismos como al Banco Europeo de Inversiones (BEI). El BEI ha destinado 900 millones de euros para la reconstrucción de infraestructuras y brindar apoyo a negocios y hogares gravemente dañados tras el paso de la DANA. Como bien ha dicho la presidenta de la entidad, Nadia Calviño: «Tenemos que asegurarnos de reconstruir mejor: con técnicas adaptadas a la nueva realidad, que resistan y protejan ante los shocks climáticos cada vez más frecuentes e intensos.» 

Simultáneamente, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, hizo énfasis en la importancia que tiene la modificación del reglamento Restore (Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza) que permitirá a España reprogramar el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE). La propuesta quiere flexibilizar el uso de estos fondos, de manera que un 10 % de ellos puedan redirigirse para la reconstrucción de zonas afectadas por fenómenos climáticos extremos. Actualmente, España tiene asignados 35 376 millones de euros, lo que supondría que podría obtener 3500 millones de euros (el 10 %). 

Finalmente, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, anunció que también se planteará una modificación de la Adenda al Plan de Recuperación. Este documento permitirá a España iniciar la segunda fase del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y, a su vez, utilizar en su conjunto los fondos asignados a España de Next Generation EU. 

En resumen, la Unión Europea cuenta con una serie de fondos y mecanismos para mitigar los efectos de los fenómenos climáticos extremos. Estos no se limitan a brindar capital, sino que también cuentan con la posibilidad de ayuda experta y la proporción de maquinaria necesaria. Gracias a ello, España podrá minimizar el impacto al gasto público y responder de forma más eficaz durante el proceso de gestión y reconstrucción tras la DANA. 

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