El economista y ex primer ministro italiano Mario Draghi entregó el lunes 9 de septiembre un informe a petición de la Comisión Europea que señala el camino a seguir para una Europa más competitiva.
El que también fuera presidente del Banco Central Europeo (2011-2019) apareció en rueda de prensa junto a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien encargó a Draghi hace un año elaborar un diagnóstico sobre la salud de la economía europea, y proponer posibles tratamientos. El punto de partida de una potencia que representa el 17% del PIB mundial es sólido. Sin embargo, el crecimiento de la UE ha sido más lento que el de China y Estados Unidos en las dos últimas décadas.
El informe Draghi, titulado The future of European competitiveness («El futuro de la competitividad europea») se estructura en torno a tres áreas de acción para el crecimiento económico: la reducción de la brecha de innovación con Estados Unidos y China; un plan conjunto de descarbonización y competitividad; y el fortalecimiento de la seguridad sin dependencias de terceros.
La brecha tecnológica con EE.UU. y China
En primer lugar, Europa debe reorientar sus esfuerzos colectivos para cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China, especialmente en el sector de tecnologías avanzadas.
Según el documento estratégico, a Europa no le falta talento ni emprendimiento, pero la innovación encuentra trabas a la hora de ser comercializada. Las empresas que quieren crecer se ven obstaculizadas por regulaciones limitantes, lo que lleva a muchos a buscar financiación y expansión en EE.UU. Entre 2008 y 2021, cerca del 30% de los «unicornios» europeos (startups cuyas valoraciones de mercado han superado los 1000 millones de dólares) trasladaron sus sedes al extranjero, la mayoría a EE.UU.
En plena revolución de la inteligencia artificial, Draghi cree que Europa debe desbloquear su potencial innovador y modernizar sus industrias, aumentando la inversión en I+D y en conectividad. Además, es crucial dotar a los europeos de las habilidades necesarias para beneficiarse de estas tecnologías, asegurándose de que la inclusión social acompañe el avance tecnológico.
Un plan competitivo de descarbonización
El informe argumenta que la descarbonización puede ser una oportunidad para Europa si se acompaña de un plan coherente, pero la falta de coordinación podría afectar a la competitividad de los mercados europeos. Aunque los precios de la energía han disminuido, las empresas de la UE enfrentan precios de electricidad dos o tres veces mayores que en EE.UU. y precios de gas natural hasta cinco veces más altos.
La falta de recursos naturales y problemas estructurales en el mercado energético europeo contribuyen a esta brecha de precios, pues las reglas del mercado impiden que las industrias y los hogares aprovechen completamente los beneficios de la energía limpia.
Aunque a largo plazo la energía limpia reducirá los costes, los combustibles fósiles seguirán siendo fundamentales en el futuro próximo. Europa se enfrenta a la competencia de China en tecnologías limpias, y para aprovechar la descarbonización como fuente de crecimiento, será necesario un plan conjunto entre sectores energéticos y tecnológicos.
Una Europa más segura y menos dependiente
La seguridad es un pilar esencial para asegurar un contexto económico estable, pero el deterioro de las relaciones geopolíticas está aumentando la incertidumbre y limitando las inversiones. Europa depende fuertemente de un pequeño grupo de proveedores para obtener materias primas críticas, especialmente de China, al tiempo que la demanda global de estos recursos se dispara debido a la transición hacia energías limpias. Además, la alta dependencia de tecnología digital importada, como la producción de chips, cuyo 75-90% se fabrica en Asia, agrava esta vulnerabilidad.
Para mitigar estos riesgos, el informe asegura que la UE necesita implementar rápidamente la Ley de Materias Primas Fundamentales y desarrollar una política económica exterior que asegure el suministro de recursos clave, potenciando también el reciclaje y la innovación en materiales alternativos.
En cuanto a la defensa, Europa enfrenta retos similares. A pesar de ser el segundo mayor inversor militar a nivel mundial, la fragmentación de su industria de defensa y la falta de interoperabilidad limitan su capacidad de acción conjunta. Por ejemplo, Estados Unidos opera con un solo tipo de tanque de batalla, mientras que Europa utiliza doce diferentes, lo que reduce la eficiencia. Además, el gasto en tecnología de defensa sigue siendo insuficiente para competir con potencias como Estados Unidos y China.
A pesar de ser una potencia, Europa también está perdiendo terreno en el sector espacial, donde la inversión pública europea, que en 2023 fue de 15 mil millones de dólares, es significativamente menor en comparación con los 73 mil millones de EE.UU., y China amenaza con superarla en los próximos años.
Las soluciones de Draghi
Para financiar esta estrategia, el informe estima necesaria una inversión adicional de entre 750.000 y 800.000 millones de euros anuales en la UE, con la mayor parte proveniente del sector privado. El informe sugiere la creación de un nuevo fondo respaldado por la impopular deuda común, para así financiar los proyectos de digitalización, sostenibilidad ecológica, y defensa.
Las conclusiones del informe Draghi guiarán el trabajo de la Comisión en la elaboración de un nuevo plan para una prosperidad sostenible y competitividad, así como el desarrollo del nuevo Acuerdo Industrial Limpio, que se publicará en los primeros cien días del nuevo mandato de la Comisión Europea.
En definitiva, el documento llama a acelerar la innovación y descubrir nuevos motores de crecimiento, reducir los precios de la energía en paralelo a la descarbonización de la economía, y adaptarse a un contexto geopolítico inestable, donde las dependencias se han transformado en vulnerabilidades. Afrontar estos desafíos como bloque será clave para preservar y aumentar la competitividad de la Unión.
«Nunca en el pasado la escala de nuestros países había parecido tan pequeña e inadecuada en relación con la magnitud de los retos», escribió Draghi, quien afirmó ante la prensa que si no se toman medidas, la UE tendrá que comprometer su bienestar, su medio ambiente o su libertad. «Hagan esto o será una lenta agonía», dijo a los periodistas.