Nacido el 27 de abril de 1952 en Tuupovaara, Finlandia, Ari Vatanen fue un piloto especial, de los que pasan a la historia de los carreras off road. Pero, no conforme con ello, uno de los mejores Flying Finns decidió involucrarse en la política, siendo miembro del Parlamento Europeo durante dos legislaturas.
Carrera deportiva
Ari Vatanen debutó en 1971 en su Finlandia natal, pero sus éxitos llegarían en la década de los 80, siendo Campeón del Mundo de Rallyes en 1981 con el Ford Escort RS 1800 y David Richards, a la postre dueño y director de Prodrive, uno de los fabricantes top de vehículos de rallyes, de copiloto. Además ganó diez citas del propio mundial entre 1980 y 1985, siendo la mitad de ellas en la era de los Grupo B, la más radical y mortífera de los rallyes debido a la gran innovación que suponía aquel tipo de coches, que superaron a la Fórmula 1 de la época.
Que Ari Vatanen no se uniera a la lista de fallecidos en la era del Grupo B fue un milagro. En el segundo tramo del Rally de Argentina 1985 sufrió un grave accidente, dando varias vueltas de campana y teniendo que ser tanto él como su copiloto evacuados en helicóptero. La mejor crónica de aquellas horas dramáticas la hizo el periodista argentino Carlos Cristófalo, quien habló con el médico que salvó la vida a ambos deportistas. Tras casi dos años de recuperación, y con una ligera cojera como secuela, Ari logró volver a competir, aunque se decantó por el Dakar.
El finlandés se hizo con cuatro ediciones de la denominada carrera más dura del mundo: 1987, 1989, 1990 y 1991. Tan solo el robo del Peugeot 405 T16 Grand Raid en la ciudad de Bamako (Mali) cuando lideraba la edición de 1988 le privó de conseguir las cinco victorias consecutivas, dándosela a su compañero de equipo, Juha Kankkunen, que en un mes logró ser Campeón del Mundo de Rallyes y ganador del Dakar, hito que nadie ha logrado igualar hasta hoy.
Otra de las anécdotas de la carrera de Ari fue justo la siguiente edición tras el robo. Y es que en 1989, cuando compartía equipo con Jacky Ickx y ambos se peleaban por la victoria, el director de Peugeot, el mítico Jean Todt, decidió que había que asegurar el triunfo arriesgando menos, por lo que decidió que se jugara a suertes y la moneda de diez peniques le dió el triunfo al finlandés.
Por último, otra de las anécdotas, quizás la que más describe el caracter de Vatanen, es su decisión de celebrar las victorias con un vaso de leche, ya que es profundamente abstemio, algo muy raro en los pilotos de la época y especialmente en los finlandeses, quienes acostumbraban a ser grandes consumidores de alcohol de alta graduación.
Vatanen en el Parlamento Europeo
En 1999, ya retirado, se presentó a las elecciones europeas del 13 de junio por el Partido de Coalición Nacional (KOK) saliendo elegido europarlamentario. Pese a su fama en Finlandia, su perfil siempre fue bajo, siendo sus principales ocupaciones los impuestos de vehículos, las políticas de control de tráfico y seguridad vial, las ayudas para el desarrollo de países y las políticas agrícolas.
Y aunque se pueda pensar que su interés por el tráfico y la seguridad vial viene dado por ser piloto y por su accidente en Argentina, lo cierto es que cuando Ari era tan solo un niño, de camino a la granja en la que vivía en Finlandia, un accidente de coche acabó con la vida de Aarne Pekka Vatanen, su padre, mientras que tanto él como su madre y sus tres hermanos sobrevivieron sin grandes daños. El motivo del mismo fue la colisión con un vehículo que circulaba en dirección contraria, lo que marcó al finlandés hasta el punto de dedicar su acción política a minimizar estos sucesos.
Vatanen, además de esta historia, también contaba de su padre que sirvió a bordo de los bombarderos Bristol Blenheim en la Guerra de Invierno contra la URSS. Algo que recordó en su cuenta de Instagram el Día del Padre en Finlandia en 2022 cuando Putin decidió invadir Ucrania.
Cumplida la legislatura, Ari decidió volverse a presentarse, pero esta vez en la lista de Unión por un Movimiento Popular de su amigo Jacques Chirac (también se sabe que es muy amigo de Nicolas Sarkozy, quién siempre ha tenido bastante interés por el automovilismo), ya que el piloto finlandés siempre tuvo vinculación con Francia por sus años en Peugeot Sport y pasa largas temporadas viviendo en una granja con unos viñedos que adquirió cuando competía en la marca del león.
Su actividad como europarlamentario, esta vez por Francia, lo llevó a fundar la asociación Mobility For Prosperity in Europe (MPE) para la defensa de la movilidad en Europa. Además, en esta segunda legislatura participó en la Comisión de Exteriores, aprovechando su perfil público para mejorar las relaciones de la Unión Europea con otros países.
Cabe destacar que mientras se desempeñaba como Europarlamentario, a Vatanen le volvió a picar el gusanillo de las carreras, corriendo el Rally de Finlandia 2003 y cumpliendo así la tradición de los grandes pilotos finlandeses de correr el rallye de casa cuando ya están retirados en modo homenaje a su carrera deportiva. También quiso volver al Dakar y lo hizo con una Nissan Pick-Up Rally Raid en 2004 y 2005, demostrando que pese a la edad aún podía mantener un ritmo decente.
Esto llevó a Volkswagen a llamarlo para que se sumara al desarrollo del Touareg con el que ya habían corrido en 2004 y 2005 y para el que ya contaban con Carlos Sainz, con el que hizo equipo junto a Giniel de Villers, el mejor piloto de sudáfrica y el principal desarrollador del coche, y el estadounidense Mark Miller. Por ello, y como última carrera, disputó el Dakar 2007, el cual no pudo terminar al quemársele el coche en mitad de una etapa.
Ya en 2009 y en territorio sudamericano tras cancelarse la edición 2008 por las amenazas de Al-Qaeda, el propio De Villers lograría el triunfo con el vehículo que este europarlamentario un tanto peculiar ayudó a desarrollar.
Carlos Sainz en 2010 y el jeque Nasser Saleh Al Attiyah en 2011 repitieron victorias con el Touareg antes de que la firma alemana decidiera dar por finalizado el proyecto y centrarse en el Polo R WRC del Mundial de Rallyes, con el que también acumularon victorias hasta tener que cancelar el programa deportivo por el Dieselgate.
Candidato a presidente de la FIA
En julio de 2009, Max Mosley, por aquel entonces presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, anunció que no volvería a presentarse para que los equipos no crearan una Fórmula 1 fuera del paraguas de la FIA, ya que la relación FIA – FOM se había roto por completo y su antes amigo Bernie Ecclestone estaba dispuesto a dejarlos sin la joya de corona. Además, el medio News of the World publicó una historia sobre un encuentro con cinco prostitutas del propio Moxley, lo que terminó de dilapidar su imagen.
En ese momento, un Vatanen retirado por segunda vez y recién terminado su segunda y última legislatura en el Parlamento Europeo, decidió que él podía ser el pacificador entre FIA y FOM y se presentó a presidente de la FIA como colofón a su carrera como piloto y político.
Pero su camino se cruzó con el de su antiguo jefe en Peugeot, Jean Todt, quien había liderado la Ferrari de Michael Schumacher tras los éxitos en la firma francesa, y que acabaría siendo quién presidiera la federación. Durante la campaña, el propio Todt aprovechó su influencia en medios para que se recordara la condición de catolico prostentante de Vatanen, algo que siempre manifestó durante su carrera deportiva (y bastante habitual en los pilotos de la época) así como sus declaraciones contra el aborto y la eutanasia.
Jean Todt presidió la FIA hasta que en diciembre de 2021 decidió no volver a presentarse, siendo sucedido por el emiratí Mohammed Ahmed ben Sulayem, cuyos méritos son el Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1 y el Abu Dhabi Desert Challenge, dos eventos de primer nivel que consiguió llevar al golfo pérsico cuando ningún deporte iba allí.
En la actualidad, a sus 71 años Ari Vatanen está jubilado en su granja de Francia, aunque es embajador de la marca BMW, por lo que se le puede ver en algunos eventos de presentación de nuevos modelos y en eventos de circuitos poniéndose el casco para dar unas vueltas y recordarnos el gran piloto que fue.
