El pasado 25 de septiembre el Consejo de la Unión Europea adoptó su posición sobre la propuesta de Reglamento relativo a la homologación de tipo de los vehículos de motor y motores y de los sistemas, componentes y unidades técnicas independientes destinados a esos vehículos en lo que respecta a sus emisiones y a la durabilidad de las baterías, popularmente conocida como Euro 7.
La nueva normativa, que sustituirá a la Euro 6 de 2014, iba a entrar en vigor en julio de 2025 para los turismos y furgonetas y dos años después para camiones y autobuses; pero finalmente se ha decidido que será en 2027 cuando se aplique para los primeros, aplazando también dos años la entrada para los camiones y autobuses, hasta 2029. Esto no es definitivo, ya que el Parlamento Europeo también tendrá que fijar su postura antes de la negociación final para sellar el aplazamiento del inicio de la norma y, además, de confirmarse, reducirá el margen con la prohibición de venta de los motores de combustión, planeada para 2035.
Las novedades de la normativa Euro 7
La gran novedad de la norma Euro 7 es el establecimiento de límites para las emisiones distintas a las del tubo de escape, como las partículas procedentes de los frenos y los neumáticos. Además, cubre los requisitos mínimos de rendimiento en cuanto a la durabilidad de las baterías en los vehículos eléctricos e impone requisitos más estrictos en lo que respecta a la vida útil de los mismos.
La normativa Euro 7 no cambia los límites de emisiones de turismos y furgonetas, así como tampoco las condiciones de ensayo. Este límite lo sitúa en 60 mg/km de NOx (óxido de nitrógeno). Sí se reducen los límites de emisiones y se introducen ajustes mínimos en las condiciones de ensayo en el caso de los vehículos pesados (camiones y autobuses).
Cabe recordar que en un principio Euro 7 iba a restringir en un 25 % los mg/km de NOx de los vehículos diésel, pero el pasado noviembre, por petición de la patronal del automóvil, la Comisión decidió dejarlo en los niveles de Euro 6.
Apoyo de la industria del automóvil
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que encuadra a 14 de los mayores grupos automovilísticos con fábricas de coches y vehículos industriales en nuestro continente (BMW Group, DAF Trucks, Daimler Truck, Ferrari, Ford of Europe, Honda Motor Europe, Hyundai Motor Europe, Iveco Group, JLR, Mercedes-Benz, Renault Group, Toyota Motor Europe, Volkswagen Group y Volvo Group) se ha mostrado favorable a este relajamiento.
“La posición del Consejo de la Unión Europea es una mejora con respecto a la propuesta inicial de Euro 7 de la Comisión Europea, que era completamente desproporcionada y hubiera generado altos costos para la industria y los clientes, con beneficios ambientales limitados” declaró en un comunicado la directora general de ACEA, Sigrid de Vries. Ratificó, además, que la industria está comprometida con la descarbonización.
Enfado entre las asociaciones de ecologistas
Por su parte, las asociaciones de ecologistas no han recibido de buen grado el aplazamiento y la relajación de Euro 7. Así lo expresa Transport & Environment, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, que engloba a las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el campo del transporte y el medio ambiente.
“Esta propuesta es un desastre para la contaminación del aire en las ciudades europeas. La Comisión debería pensar si realmente quiere que se adopte esta broma de regulación. Al ceder ante las amenazas de los fabricantes de automóviles, nuestros políticos están condenando a las personas a enfermedades evitables y muerte prematura durante décadas. Permite a los fabricantes de automóviles hacer pasar los coches considerados contaminantes en Euro 6 como ‘limpios’ en Euro 7 sin lograr ninguna reducción adicional en la contaminación tóxica del escape. Estos coches, aprobados gracias a una propuesta tan débil, no deberían etiquetarse como Euro 7, sino como Euro 6 para reflejar únicamente las pequeñas mejoras en el monitoreo de emisiones, medidas contra la manipulación y emisiones no relacionadas con el escape”. declaró Anna Krajinska, gerente de Emisiones de Vehículos y Calidad del Aire de Transport & Environment.
Trámites hasta la aprobación definitiva
El primer paso para su aprobación definitiva, ya dado el pasado 9 de noviembre, es la votación en el Parlamento Europeo, el cual votó a favor con 329 votos, frente a los 230 en contra y las 41 abstenciones.
El ponente, el eurodiputado checo Alexandr Vondra, del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), declaró en rueda de prensa: “Hemos logrado un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses vitales de los fabricantes. Sería contraproducente aplicar políticas medioambientales que perjudiquen tanto a la industria europea como a sus ciudadanos. A través de nuestro compromiso, servimos a los intereses de todas las partes involucradas y nos mantenemos alejados de posiciones extremas”.
La aprobación en el Parlamento Europeo supone que el Consejo y el Parlamento tendrán que llegar a un acuerdo para sacar adelante el que ya será el texto final, el cual deberá ser ratificado de nuevo por ambas instituciones, aunque ya no se espera que haya cambios más allá de cuestiones de carácter técnico. Por tanto, si nada se tuerce, Euro 7 estará aprobada antes de final de año.