La voz de los jóvenes tiene cada vez más peso en el seno de la Unión Europea. Así lo reflejan los pasos que se han venido dando en los últimos años, conscientes de que no hay Unión sin los jóvenes de hoy en día, que representan el futuro de la misma. Tanto es así que 2022 fue, de hecho, el Año Europeo de la Juventud. Pero, ¿cuáles son las prioridades de la UE?
Las exigencias de la juventud
Antes de descubrir cuáles son las prioridades por parte de la UE, hay que poner especial énfasis en las principales demandas de los jóvenes, ya que solo avanzaremos en la medida en que tanto las prioridades de un lado como las del otro confluyan.
Tal y como se desprende del Informe sobre las ideas de la juventud 2023, los jóvenes estamos preocupados por el cambio climático y la desinformación, apoyamos proyectos innovadores sobre inteligencia artificial o necesitamos educación sobre la reproducción y la salud sexual; pero también reclamamos pases interrail gratuitos para todos, enseñar más sobre la UE o sobre sostenibilidad en las escuelas y prohibir las sustancias cancerígenas. Respecto a la alimentación, se aboga por la presencia de opciones vegetarianas y de dispensadores de agua que sustituyan las máquinas expendedoras en todas partes o la donación de alimentos para no desperdiciar tanto. Finalmente, se exigen prácticas remuneradas, la autosuficiencia en materias primas o una política exterior común.
Asimismo, cabe tomar en consideración que del diálogo con los jóvenes resultaron las Metas de la Juventud Europea, que no son jurídicamente vinculantes. Estas metas recogen la visión de los participantes para abordar los diferentes desafíos y sirvieron para elaborar la estrategia que comentaremos a continuación.
Las metas son: fomentar el sentimiento de pertenencia de la juventud al proyecto europeo y construir un puente entre la UE y las personas jóvenes para recuperar la confianza y aumentar la participación; asegurar la igualdad de género y los enfoques sensibles al género en todos los ámbitos de la vida de una persona joven; permitir la inclusión de todos los jóvenes en la sociedad; garantizar que la juventud tenga un mejor acceso a información fiable, apoyar su capacidad para evaluar la información de manera crítica y entablar un diálogo participativo y constructivo; lograr un mayor bienestar mental y acabar con la estigmatización de los problemas de salud mental; crear condiciones que permitan a los jóvenes aprovechar su potencial en las zonas rurales; garantizar un mercado laboral accesible con oportunidades que conduzcan a empleos de calidad para todos los jóvenes; integrar y mejorar las diferentes formas de aprendizaje y, así, preparar a la juventud para los desafíos de una vida en constante cambio en el siglo XXI; fortalecer la participación democrática y la autonomía de las personas jóvenes, así como proporcionar espacios dedicados a la juventud en todos los ámbitos de la sociedad; lograr una sociedad en la que todas las personas jóvenes sean activas, educadas y capaces de lograr un cambio en sus vidas cotidianas en materia medioambiental, y garantizar la igualdad de acceso para todos los jóvenes a las organizaciones juveniles y a los programas europeos de juventud, construyendo una sociedad basada en una identidad y unos valores europeos.
Estrategia de la Unión Europea para la juventud (2019-2027)
Actualmente, estamos en el ecuador de la Estrategia de la Unión Europea para la Juventud (2019-2027), elaborada en colaboración con los jóvenes. Las objetivos de este proyecto son los siguientes: apoyar el desarrollo personal de manera que los jóvenes seamos autónomos y resilientes; dotarnos de los recursos necesarios para convertirnos en ciudadanos activos y solidarios, inspirados en los valores de la UE; mejorar los ámbitos que más nos afectan, tales como el empleo, la educación o la inclusión social, entre otros, y, finalmente, contribuir a la erradicación de la pobreza juvenil y de todas las formas de discriminación.
Para ello, se plantean tres ejes de acción: involucrar, conectar y capacitar. Es vital involucrar a los jóvenes en la vida política, social, cultural y económica para que las políticas en materia de juventud tengan en cuenta nuestra voz, es decir, se pretende fomentar nuestra participación en la toma de decisiones para poder influir en las políticas que nos afectan directamente. Por otro lado, existen iniciativas como Erasmus+ o el Cuerpo Europeo de Solidaridad que ofrecen la oportunidad de aprender y capacitarse en un entorno intercultural. La Estrategia considera que estas oportunidades refuerzan nuestras competencias personales, crean conexiones, relaciones e intercambios enriquecedores que fortalecerán el futuro desarrollo de la Unión Europea, y mejoran la empleabilidad, el pensamiento crítico y la creatividad. La UE se quiere servir de estos programas para conocer mejor las preocupaciones y aspiraciones de los jóvenes; de ahí su importancia. Por último, capacitar a los jóvenes significa animarnos a tomar las riendas de nuestras vidas: integrar a los jóvenes o a las organizaciones juveniles en los diferentes ámbitos que nos afectan, dotar de recursos económicos a las políticas de juventud, proporcionar orientación, hacer planes de empleo específicos que incluyan el aprendizaje no formal o formar a los profesionales que trabajan con jóvenes son algunos ejemplos.
Con el fin de hacer frente a todos los retos que tenemos por delante, se hace necesario fomentar la cooperación entre diferentes instituciones y la gobernanza participativa, así como la movilización de fondos para los distintos proyectos y programas, el seguimiento de la financiación, la promoción del Diálogo de la UE con la Juventud o la creación de planes de trabajo de la UE para la Juventud y de un coordinador de la UE para la Juventud por parte de la Comisión.