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Medidas para un futuro más verde: la Unión Europea, la emergencia climática, y la posición de los ciudadanos europeos

El cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. La Unión Europea se ha convertido en el gran adalid de la sociedad internacional en la aplicación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible con miras a cimentar, tal y como expresó el Consejo, un futuro sostenible basado en la economía circular, la lucha por la neutralidad climática, la protección de la biodiversidad y los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático, la potenciación de la agricultura sostenible así como de una energía hipocarbónica y segura, todo ello bajo un prisma de cohesión y protección social. Quedan apenas unos años de margen para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Llegará a tiempo  la UE?

¿Qué es el Pacto Verde Europeo?

En la legislatura actual, que finalizará en los próximos meses, se ha aprobado el Pacto Verde Europeo. Se trata de un paquete de iniciativas políticas cuyo objetivo es situar a la UE en el camino hacia la transición ecológica. Se espera, así, construir una sociedad equitativa y próspera con una economía moderna y competitiva.

Una de las medidas estrella es el Objetivo 55, que consiste en adaptar la legislación de la UE a los objetivos climáticos que se ha marcado, entre los cuales destaca convertir en una obligación jurídica la reducción de emisiones de la UE en al menos un 55% de aquí a 2030. Se pretende alcanzar la neutralidad climática en 2050, objetivo en el que se enfoca la primera Ley Europea del Clima. 

El Pacto Verde Europeo también incluye: una estrategia de adaptación al cambio climático de la UE; recuperar la biodiversidad y ampliar los ecosistemas de Europa de aquí a 2030, para lo cual es necesario aumentar la financiación de las acciones; la estrategia «De la granja a la mesa» para apoyar la producción sostenible y el consumo saludable y asequible de alimentos nutritivos; el Plan de Acción para la Economía Circular (adoptar sistemas circulares de producción y consumo); la adopción de un reglamento para las pilas, las baterías y sus residuos; o el mecanismo para una Transición Justa con 55.000 millones destinados aquellas regiones que se vean más afectadas por esta transición, para impulsar pymes y nuevas empresas, investigación e innovación, tecnologías energéticas limpias, reciclaje profesional de los trabajadores y ayuda en la búsqueda de nuevos empleos. También hace hincapié en la cooperación internacional, ya que ayudar a los países en desarrollo a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París es la única vía de resolver esta amenaza mundial. Muchas de estas medidas están financiadas por los fondos NextGenerationEU, que dedican al menos el 30% a hacer una Europa verde.

Más concretamente, en los últimos meses, el Consejo y el Parlamento han alcanzado acuerdos sobre los gases fluorados y otras sustancias que agotan la capa de ozono y sobre las nuevas normas para reducir las emisiones de metano en el sector de la energía. Además, el Consejo ha adoptado nuevas políticas en materia de energías renovables, del etiquetado de alimentos ecológicos o la nueva ley para descarbonizar el sector de la aviación.

En el último discurso sobre el estado de la Unión, la presidenta Von der Leyen ya remarcó la importancia del Pacto Verde Europeo: «Comenzamos con un paquete de medidas que abarcaban desde la Ley sobre la industria de cero emisiones netas hasta la Ley de Materias Primas Fundamentales. […] Mantenemos el rumbo. Mantenemos nuestra ambición. Y mantenemos, además, nuestro afán por una transición justa y equitativa. Se trata de ofrecer a las generaciones futuras una solución justa: la de vivir en un planeta sano».

Los ciudadanos europeos ante el cambio climático

Según el Eurobarómetro de primavera de 2023 dedicado al cambio climático, el 93% de los europeos considera que el cambio climático es un problema grave para el mundo, el 75% cree que las medidas que se tomen para la transición ecológica traerán consigo la innovación, mientras que alrededor de nueve de cada diez piensan que habría que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mínimo, establecer objetivos ambiciosos para incrementar el uso de energías renovables y mejorar la eficiencia energética en toda la UE. La encuesta también refleja que la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos están comprometidos con la acción individual y la reforma estructural, pero reclaman el mismo compromiso a los gobiernos nacionales, a la UE y a las empresas, cuya responsabilidad es grande.

Algunas de las maneras en las que podemos contribuir directamente son la Nueva Bauhaus Europea (un espacio de co-creación), el Pacto Europeo por el Clima, al cual todo el mundo puede unirse, o el Compromiso de Consumo Ecológico para las empresas.

En definitiva, la UE, aunque con limitaciones, ha asumido el liderazgo para intentar frenar los efectos nocivos del cambio climático y preservar, así, un planeta habitable para las siguientes generaciones. La próxima comisión, que comenzará su mandato en otoño de 2024 tras las elecciones al Parlamento Europeo de junio, se enfrentará al reto de profundizar en las medidas adoptadas a lo largo de la legislatura 2019-2024 y de poner en marcha nuevos proyectos e iniciativas, que os contaremos en Actualidad Europea.

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